domingo, 30 de diciembre de 2012
Piedra concéntrica
Corre sobre tus formas
canta cerca del incendio
No te quemará
Lugar obsceno es donde el cuerpo
apoya el mundo para no mirarlo
pero también así
también así corriendo
las llagas son escamas secas
de otro cansancio ya cumplido
Corre por el interminable llanto
Tus pies queman la cabeza de las lágrimas
Y ellas chorrean claridad
Te dan su corona
Corre sobre tus formas
El mosaico
Es vieja la lengua extranjera
Absorbe flujos y hace puzzles con ellos
Suelta sus piezas por la música
Los pies descalzos de los muertos
marcan el ritmo y señalan dónde el núcleo pueda
tal vez abrirse
Me miro de reojo bailando
Mi aliento quema y sella los bordes de las grietas
Libero el mosaico
Cansado me tiendo sobre la brillante superficie
Y la vieja lengua extranjera me saca el reflejo
Mi reojo me mira y le habla a mi voz
Y mi voz va diciendo dónde el núcleo jamás se abrirá
Tuerto y bizco
Mientras las copas de los cipreses se unen formando
una sola llama verde,
piensa:
será que mi dolor no es todo lo grande que merece
esta conjunción y es por eso que la veo;
así que habrá que establecer un nuevo canon de dolor
para la realidad
y decir ahora que esto que veo no es real,
tan sólo un símbolo fugitivo
entre símbolos estériles;
habrá que cerrar los ojos,
sacudir las manos en el vapor,
imaginar un perfume para cada gesto del lenguaje prensil
que nada toma y todo agota
Pero están las copas de los cipreses decreciendo en una sola,
y si fuerzo la imagen y (puesto que lo que veo no es real)
la materia, alcanzo a darle forma a otras resonancias:
la niebla como halo o precipicio alrededor del ciprés,
la carcasa de los bosques sonando como una flauta no tallada
con la boca apoyada en una boca errante;
los demás árboles y los demás arbustos
y las demás imágenes copadas
por la presencia de la danza de la llama verde que todo lo deshace
menos a mí
que pienso que mi dolor no es todo lo grande que merece
lo que veo,
lo que no se deja hablar,
lo que me sobrevivirá
jueves, 27 de diciembre de 2012
Porcelana
Bien caídos por el cielo
para dar cuenta de la hegemonía del centro
Con tocados verdes retroalimentados por la hierba
que jamás fue cortada
y por los pensamientos que se curvaron hasta atravesarse
como en un duelo
Con tocados verdes que espantan a las esmeraldas
Bien diseminados por la mano
Gritándole desde la cima del cráneo ¡sementera sementera!
Sementera aun cuando te paraste dentro del milagro y ejecutaste a tu sombra
dejándote cortar los dedos por el amanecer
y por la tarde y por la noche inertes
para que nombrar el día fuese recolectar dedos
sacar dedos de rincones no tocados por el milagro
para que bendecir el día fuese ser abrazado
por la maldición de no poder tocar ni asir
el poder sino ejercerlo en nombre de un cuerpo mutilado
Cálmate estamos volando por una vena
estamos en la boca del surtidor
colmamos estelas dentro de un pincel muy fino
que camina por la porcelana
Estamos bien caídos
nos duelen los huesos por el aire
los órganos no se recuperan de la vibración
Cálmate caído estamos bien caídos
Aquí no hay dedos que buscar
miércoles, 26 de diciembre de 2012
Cristal
fuego verde y pequeño
a través de las lentes de los dioses que pasan
y el fuego permanece
a veces más verde a veces más pequeño
el grosor de las lentes varía también
el grosor de las mejillas y el grosor de las equivalencias
permanecen iguales y lejanos
como vitrina para el fuego verde y pequeño
calor y mecerse qué otro juego de ojos para el espíritu paralizado
la nieve verde qué otro manto para el tiempo
y sacar la mano a veces y corregir un labio
arena verde y decir soy el indio infrarrojo y tejer
un velo para las criaturas que se chocan de ojos y se espantan
como cangrejos en una mano grande
como un párpado grande
como una sabana que llega hasta el cielo
atrapado entre las lentes
con un fuego verde y pequeño y aplastado incendiándolo
discretamente
o un lago
con su pez monstruoso
íntimo
soy un monstruo dice con su pequeña boca
¿no quieren rasgar mi pañuelo en una de sus horas mágicas?
¿no quieren exprimirme como a una fruta?
se lo ruego quiero ver
mis entrañas goteando fuera del agua
viernes, 21 de diciembre de 2012
Redoble
Zona
blanda mandíbula astral
ámbito
de los sabores desubicados
camino
como gusano que atraviesa la manzana
Si vieras cómo desciende
después de cada rasgo la lluvia en la totalidad
de un óvalo de un busto
que reza por perder su límite en la carne
que se mastica al hablar
de la carne perdida en el acto sombreado
temblarías
hasta ocuparme
nuestras voces se solaparían
las olas jamás rotas
darían a luz El Agua semoviente
Fuego
Con pocas sirenas en el centro
Contables siempre contar para callar
Con sirenas de sílex haciéndose fuego
En el mundo de las manos
Quemando las sombras los recortables
Vestidos del pensamiento
Cuerpo que engrosa la desnudez de este silencio
Con una haz monocorde de sirenas en el centro
Donde yo dormí abandonando mi calavera ulterior
Debajo de las manos abiertas
jueves, 20 de diciembre de 2012
Río que vuela
Un tramo del río se eleva sobre las cabezas de los pescadores
Si miran hacia arriba ven pasar el vientre del río
Si miran hacia abajo ven las sombras de los peces atravesando las piedras del lecho
Si miran hacia delante se quedan ciegos
Se levantan y caminan hasta el lugar donde el río suavemente se posa
Con el vientre del río en la mirada
Con la sombra de los peces en el fondo de los ojos
Desde su nueva memoria
Lanzan sus anzuelos al cielo
miércoles, 19 de diciembre de 2012
Pronombres
Indudablemente nos apropiaremos del pronombre
según las enseñanzas del cadáver
Por contigüidades fonéticas acabaremos con la humanidad
Y a partir de ahí habrá un quien como yo
Un esqueleto con un jardín bajo la cúpula de las costillas
Y si dos dedos caben entrarán para tomar algunas semillas
Y las arrojarán sin saber qué arrojan
Y el cadáver se pondrá de pie
Porque esperar así es más parecido a vivir que a permanecer
Según las enseñanzas del pronombre renuente
El que está por venir
Homo
No esgrimo más que mi concha
su dureza tiene capacidad para dos ojos
uno en la zona solar otro en la zona del cielo vacío
Es el órgano que soy
entre ambos ojos no hay nada
los ojos son el trapo que pule la concha
un dolor cuando se asienta el pulso
un bosquejo de nombrar decir
así
así
multitud
Ojos ciertos a cambio
de multitud
los ojos de la cadena
los ojos de los eslabones
el metal en la curva del cuello y en la frente
Metal es el cristal por donde mira
la sangre al hielo
se abstiene de cantar y trepa
hondamente No esgrimo más que mi concha
sus estrías separan las caídas de los cuerpos
que hacia el sol y hacia el cielo vacío se deslizan
acariciándome los ojos con una yema de reconocimiento
y un tacto de mutilada yema
martes, 18 de diciembre de 2012
Dosel
- ¿Qué haces?
- Rugoso
- ¿De dónde?
- Como si nada
- Adviento
- Sí pero con los nudillos estirados
con el dorso de los dedos aplastando levemente
cabellos en tropel a pesar de sólo un dedo
como puente
- Caballos
- Sí y armaduras abolladas y colmenas en los yelmos
- Qué tú
- Dolmen
- Hacer volteretas en la línea hundiendo la parábola
- Sacar el culo de la urna
- Para que lluevan monedas sí
- Laurel y moho
- A fuerza de gota la hoja se hizo dosel
- ¿Qué haces yo?
- Remanso
- La canción de las ondas rebeldes quietas como cascadas
aisladas del luto de fluir
- Flamencos llameando en el asfalto
- El crisol unívoco en su porción dado
- Sacado de su porción
- ¿Puedes cambiarme el velo por favor?
¿sacarme los dientes y extenderlos por el cielo
morder el agua por mí
recoger el viento en el pretil
y ponerme esos vellones en la sangre?
- Parecemos ser
de lejos
- Yo soy una avenida muy larga
- Yo una torre pequeña
- Yo un candado redondo
- ¿Puedo untarte en el pecho un poco más de niebla?
- Camina
- Respira
lunes, 17 de diciembre de 2012
miércoles, 12 de diciembre de 2012
La hebra
Al preguntar cerca de la hebra
el arabesco de su cimbreo cambia
se ciñe a su anterior secuencia
¿Humo? ¿HUMO?
Como si respondiese
con los oídos del dolor se desfigura
nuevamente Su cabeza
o su cola se inclinan para alejarse
El paisaje se reclina
El río fluye mucho más lentamente
Por un momento parece que va a invertir su curso
Algunas piedras se desprenden y ruedan
Temor de garganta obstruida
Los árboles son más pequeños que sus sombras
Las manos y la frente quemadas
La hebra recta
El ciego mudo
Tengo algunos pocos objetos
que al tocarlos por separado
no reconozco
Si los toco juntos fulgen piréticos
pero no los abarco
porque tengo sed de milagro
Así me pliego al cómputo
al mantra de su presencia
y abro en mitad del trance
el ojo y la boca
esos asesinos fetichistas esos
creadores
sublimantes
que actúan descoordinadamente
con un mismo fin:
aislar
aislarme
enterrar el mundo en la sensación
y la vida en su resaca
La Sagrada Forma
Tú entras en mí para salir de ti
Yo salgo de mí cuanto tú entras
Salgo para sacarte de ti
Soy yo quien te desaloja
Quien te ocupa
Quien te arroja a mí
sábado, 8 de diciembre de 2012
viernes, 7 de diciembre de 2012
K
el absurdo sólo hace al hacedor
soy yo el hacedor
hecho por el absurdo
que busca fuera de sí
ese trocito que le falta a cada absurdo
para ser completo
y pueda yo
desaparecer
el odio me hace daño
y el amor me hace daño
¿puedo soltar mis criaturas por vuestros pastos?
¿puedo poner mi nombre en las vallas publicitarias
de las palabras más hermosas?
elegidlas vosotros pues yo no tengo
capacidad para decir qué son palabras y qué no lo son
pero sí puedo descomponer mi nombre
de un modo que favorezca parcialmente
la belleza de vuestras palabras
mis criaturas son hebras
que se abrazan al morir debajo de cualquier pie
que camine sobre el pasto
y mi nombre es el arco
que va de pie a pie
con el arabesco de la muerte pegado a las plantas
viajero que tiene miedo de morir
aquí
y aquí
y perdonadme
y hacedme desaparecer
en vuestro nombre
Shhh
Deja tus brazos quietos para que puedas moler
lo cifrado
Tu boca ya está molida no
te cubras el rostro
tampoco están tus ojos
ahí
El silencio te ha cubierto
es como el espacio entre las ramas
que agitas al respirar
llamando a la noche fuera de la noche
y al día fuera del día
miércoles, 5 de diciembre de 2012
martes, 4 de diciembre de 2012
Rebelión
El padre duerme con una luz entre sus piernas
Es la cercenación es el vacío
Padre de qué si pongo así las manos
en el borde del agujero simulando alas y es como
si una cara bacía hiciese vurla
Da gracias por la grafía porque puede
distraerte de tu ausencia
puede hacerte pensar en el modo en que se alinean
las tumbas en un cementerio
o en la secuencia de las cuentas de un rosario azaroso
que se crea a sí mismo al sudar y al palpitar
El padre duerme con las dos manos muy juntas
debajo de la mejilla La apretada gavilla de su pulso
colma el pasto y lo hiere como si cada hebra
de verde se despidiese de su envés
al adentrarse en su liberación
Dentro de lo negro puede verse
el cuerpo del nombre
que borrará tu raza
quemando el tiempo con la luz de tu entrepierna
oh Padre
Manos
Está la mano sobre la mesa
de pie desde el monte de la luna
sosteniendo un cigarrillo
mirando
Yo le abstraigo
la mesa en la que se apoya
y el cigarrillo
y le doy vueltas en mi otra mano
la sopeso la investigo:
su tacto su peso su aislamiento
se desprenden
Es un gesto puro rescatado de la corriente
Le digo no temas ya pasó todo
no habrá más significados
expande tus dedos
así muy bien míralos crecer
arriba y abajo se constelan como cerrando párpados
abriendo ojos
Haz lo mismo con la mano en la que ahora descansas
y podremos irnos
Cáliz
Nada más que el rezo silbando por las cavernas debajo de la cara
apoyada en la mano hueca Su resina lenta pero ágil
como si volase entre las copas de los árboles
por última vez engendrada y expulsada
más ligera que el vapor más olorosa Humor de luz
se lame y se decapa Sangre de ninguna herida por gravedad
acude a lo alto de las yemas al llano de la frente adonde empieza
el hombre de pie sobre su cráneo
y después se tiende
apoyando en el hueso su mejilla que no está
En el cáliz horadado estoy
bajando por la escalera de su tallo
hasta el pie
que sostiene la mano que lo aferra
miércoles, 28 de noviembre de 2012
Cansado
Un puñado de cabellos un puñado de cabeza
azota un puñado de cuerpo un puñado de mano abierta
Todo símbolo es sobrehumano pero en esta
transfusión de oscuridad el elemento sobrevive
en un sólo puñado Así que el símbolo que queda
es elemental y su acción es dolor y su inacción El Dolor
Ahí arriba en la azotea blanca las reses patinan sin mover las patas
Ahí abajo una trenza gime y así libera la torsión de su transcurso
Quisiera no decir ahí ni arriba ni abajo
Mi voz me va deshabitando por eso digo arriba ahí
abajo deslizando el mundo por un puente óseo
alojando en mi boca toda la tierra posible y toda la embalsamada
A veces en los tonos agudos de la intermitencia
cuando la luz a sí misma se profana desdoblándose
escucho mis pasos dentro de mi boca
mis pasos uno sobre otro
Lo que cae de la atmósfera pierde su carne en el contexto
Como señalar con el dedo sólo para perderlo
Todos los dedos perdidos en un órbita feraz
En un puñado de hierba que palpita en la incógnita de su fluido quieto
Verde azul amarilla gris
Plateada negra
Aislada
Un puñado de los cabellos del vacío para encender la tea
y quemar la caverna
Los ríos corren en manada y sus orillas se solapan
y se oye como un cristal rompiéndose enre las sienes
y toda el agua es un carámbano de fuego tendiéndose en la lengua
para crecer morir crecer y salpicar los párpados por dentro
dejando en el velo la huella de innumerables ojos comunicantes
Un puñado de mi mano abierta
Un puñado de llamador
El cansancio como una palma que se mece cuando el viento ha cesado
martes, 20 de noviembre de 2012
Negro
"No me ha sido dado hallar en el color su fase de mí
y al arrebatarme he sido mutilado
de modo que persigo en el arco tonal
un acabamiento imposible"
"A mí me fue manifestado el oscurecimiento
como un grado instantáneo de mi mano
al acercarla al mundo
La puse sobre el pasto y cada dedo fue
una porción impermeable de la ausencia de continuidad:
palpé todo lo que la luz respira antes de morir
para darme a luz"
"Yo estuve en el oído más rugoso: el que habla
Iba de un lado a otro de su lengua
haciendo ramos con los tallos del hálito
haciendo ramos
nada más"
"¿Sabes cómo se rompe una urna funeraria?
Mirándola hasta completar su transparencia"
"Resulta que yo estaba
apoyado en un muro
y el muro se cayó y yo seguía
apoyado y hablando
Hablando como saltar
alegremente sobre los escombros"
"No me ha sido dado balar con esos tintes
Recuerdo haber estado en mí
Resbalando de niño en niño por los picos de las águilas
hasta caer en el corazón y desglosarlo
para que las águilas pudieran hacerlo suyo
mas no sé si propio"
"¿Las águilas son un índice mayéutico?"
"Yo vivo en un símbolo hasta deshabitarlo
Quiero enajenarme
El borde de las celdillas es tan afilado que un descenso rápido
del panal podría quebrar su propio filo
Dos soles se miran y quieren matarse
sol creciente decreciente pleno y nuevo
El muro en el que se apoyaba aquél
lo derribé lanzando huevos translúcidos"
"Pues yo respiro
y va anocheciendo
anocheciendo
me desmiembro dentro de este himno
No me ha sido dado hallar en mi deshacimiento
el cuerpo sin gradación del luto
así que desaparecer es imposible"
domingo, 18 de noviembre de 2012
Cuna
Blanco sedimento de pureza en los labios
Con él a la mañana al arduo túnel
Por las fisuras de las olas entreviendo
Las letras del mundo en el papel mojado
Que tapa la boca comenzando por el ángulo creciente
No es el mar y se desprende
Del borde del cáliz la humedad
Saliva que todo lo ha borrado y lo recrea
En las palmas abiertas uve bajo el óvalo
Del rostro empujado a ser como una despedida
Yo soy el mal y soy el doble ópalo
En mí se enfrían el reflejo y la marea
Imagino mi imagen penetrándome
Las huellas de un pájaro en la lámina quieta
Facciones que olvidaré y me olvidarán
Franco cielo a vapor
De una respiración espuria
Esculpido
miércoles, 7 de noviembre de 2012
El interrogatorio
de noche fuimos a ver si nos cabían
los brazos en las alas de los ángeles
del cementerio
y resulta que nuestros brazos eran
mas gordos que las alas de los ángeles
así que las mermamos
con los dientes
y cuando se hizo la luz teníamos todos
la boca llena de piedra
y los brazos descarnados
hasta el hueso se veía
a plena luz
y cuando nuestros brazos iban a caber
en las alas de los ángeles
se nos llevaron al hospital
en una ambulancia que se atascó en una glorieta
así que agitamos nuestros brazos descarnados
y la hicimos volar
y después caer
y ya muertos descubrí que había una mano
al final de mi brazo
y acaricié una calavera que no cabía
en su cabeza
yo tenía la boca ensangrentada
y no pude nombrarla
así que le sellé los milagros
le puse los montes de la luna en las cuencas
la comprimí la camuflé
en una esquirla
en un copo de tiempo
y volvimos a casa
con las manos a la espalda
y el pecho atado al sol
Peón
Rezas dispuesto a matar
El muerto reza en tu oído
Acaricias el torno quieto
El muerto gira hace muecas
En qué lugar del cuerpo pondrás tu último dedo
La mano simula llover o quizá una nube elástica
Rezas tapando tu oído con la tierra
Sientes la succión del rezo
La mano dilata hacia dentro el contorno del cuerpo
con su dedo mágico
como si en la esfera del peón quisiera
poner unas facciones por toda su superficie
Rezas rezas como un carro
sobre la tierra embarrada
arrastrado por una mano
sobre tu oído y sobre la tierra
Raya
rosa bendita tus mareas
han cortado mis dedos
tengo una palma
con la que manejo el alma por tus pliegues
de quién preguntas
el alma cuando está en mí
y te acabas
hablando frente al muro
golpeando la cúpula
llueve arena
el perfume granulado
de granos multicolores
agujereándote
yo perdí mi cuerpo al hablar
y al respirar desformé su ausencia
tú no eres la rosa eres la aniquilación
de los guiones
los guiones unidos
el espectro de la raya
del horizonte cuando ha muerto
martes, 6 de noviembre de 2012
Sobre la lluvia de tallos tendidos
Bosques que al arrancarles una hoja
quedan deshojados
Llanuras
que giran y se quiebran
al toparse con el cuello
ensartándolo en una
cabeza que se inclina para rodar
Rodar Rogar Podar
Todas las extremidades
borradas por la figura
lunes, 5 de noviembre de 2012
lunes, 29 de octubre de 2012
El que baila
No hay un sol múltiple
el color de las sábanas lavadas por el pensamiento
disminuye el oleaje
Se mira el ropaje
es negro
es gris
es blanco
su ropaje fluctúa por el valle Los árboles
de irreconocible raza
se inclinan porque canta el viento
Cuando sus copas toquen la hojarasca
el mar dará su tono
los abismos anotarán en su seso el arabesco de cada grieta
y la orientación de la oscuridad manipulada por la erosión
Por el seno del peristilo con un vaso
que lleva una gota en su cristal errante
avanza colma dura integra
porciones de separación al plumaje de su lengua
Llora sobre su mano
que es la lupa de la muerte
bebe
de su mano luz sin fuente ni rayo
sólo una estirpe blanda que calza los poros del silencio
para caminar debajo de cada huella
donde posó la vida
y jamás estuvo
domingo, 28 de octubre de 2012
Espejo
Cuando en el día hay demasiados fulgores
de limpidez artificial
regreso al óvalo
al mandala muerto al que respira decrecientemente
En la terca promesa de sus labios
que podrían estar en la promesa de sus ojos
exhalo la información recogida para que la codifique
hasta hacerla desaparecer
Se trata de un óvalo en blanco
sobre el que puede acoplarse el propio rostro
transversalmente y hacerlo girar al mismo tiempo
que el óvalo gira en sentido inverso
Es como cabalgar una cruz por dentro
Es como invocar a la invulnerabilidad
cuando ya se ha sido destruido
Es como hallar la invulnerabilidad
cuando los labios se asoman a su desaparición:
la lengua entra en casa
y los ojos la mullen antes de acostarse en ella
No ha existido el día
sólo los fulgores
pero ¿de dónde emanaron?
El óvalo vuela atravesándolos con su blancura
Tierra perdida
Ángeles proteicos estáis haciendo que la verdad dure demasiado
Decid que sois la euritmia de un gesto eleático
El que hace madurar las manos al separarlas para unir el cielo con los pies
Acabad con las lágrimas que los muertos se pasan de ojo a ojo al voltear la cabeza
y dejad sólo el gesto de los ojos mirándose
reconociéndose sin rostro
Las salpicaduras
Decía de los pétalos brillantes
Flor devorada devorándose
Salpicaduras como brazos que lanzan su mano
y vuelan tras ella y la alcanzan
y vuelven a lanzarla
Cometa gajo de espada
Pero flor
Cuando los muros dejan de pedalear
y una mano la vuelca en su otra mano
que vuelve a volcarla en su anterior
y simultánea
como si quemase
antes de que llegue el brazo
Éso era el arroyo pero no supe decirlo
Así como tampoco su color ni su proximidad con los enjambres de cometas
De tul y nácar
Toda la luz espera con su garganta en
Iba a ser dicha tu mano pero no hay
De tul y nácar el pecho
Como si a un velo que no pudiese descansar
le hubiesen cosido las menudas casas
de incontables cadáveres
Caracolas fuentes invertidas ojos
cristalizados dentro de párpados de una sola pieza
de viento
Moverse con todo eso e ir
a mirarse la mano porque la luz quiere apoyarse
Moverse con todo eso y descubrir
que se está gritando dentro de la luz
Que se respira para sofocar la propia respiración
El arroyo
Resuena fermentado
Es un arroyo con la oreja lánguida
Si tuviera voz le daría el hombro
Que nos mellara juntos la luz
soltando esquirlas de pulso por un brote
aquí y allá el mismo brote
O que nos convirtiera en leche
derramada por las hebras verdes
incipientes que nacen del poro de la piedra
haciéndola más profunda
A la piedra el otro hombro
Para entrar y salir
Y estar saliendo lo que dure el arroyo
sábado, 27 de octubre de 2012
A través del espejo
Luz
nueva como la savia
que regurgita un muerto
y hasta un festín de estrellas
con el plato central oscilando según los círculos
descorazonados del nombre
dándole formas veloces a tu lengua oculta
Y yo cansado
siguiendo por el lado oscuro de mis ojos
las manchas que orbitan alredededor del pezón de Dios
No podremos dar ejemplo en esta vida
porque no existimos
sólo darle cuerda al lenguaje de la ausencia
nos mantiene errantes en el mismo mutar intercambiable
Tú puedes decir: mi padre
buscaba la hebra más fina haciendo rebotar su ojo
dentro de las paredes del junco
Yo diré: mi padre
sacaba las manos de su tumba
y dejaba que mi respiración les diera
la forma vacía del cielo envuelto en su última palabra
sábado, 20 de octubre de 2012
Cualquier umbral
Vayamos ahora por el jardín tomados del brazo con una identidad
en las comisuras del ojo Vayamos por la senda de los perfiles entornando
la lengua para sufrir ácidamente nuestra sombra y dulcemente
nuestro cuerpo y semoviente la amargura del paseo que nos rodea
Eres esa rosa sobre el sepulcro y el sepulcro es el vientre blanco
de un gato negro que juega con su cordón umbilical
El cielo es una medalla sin caras y solitariamente estamos
desmadejándolos
Otoño
Hay que tener fe en lo que se pronuncia y descomponerlo
al pronunciarlo Es el único modo de que el mundo
se pertenezca y nos invada
Pero no hay que Sólo está cada certeza que conmueve y basta
para el repudio amoroso y la fatalidad divina del uno contra su eco
Ah plural mío Cansancio Médula de los accidentes que bajan
del órgano a la lengua y de la lengua a párrafos así
de niebla beligerante con alcohol en la cuenca donde el sol se hunde
deseando no resucitar no verse a ciegas
palpándose contra su costra en la piel de la palabra llamear
al pie de la palabra consumir
y en la burbuja de consumar su luz para no volver a tocarse
jamás jamás como si fuese el sexo apartado de ambos
recortado contra el plenilunio dentro de un huevo que parpadea
tan rápido que parece un ojo inmarcesible
Tres epitafios abolidos por su autolectura
A quién puedo entregarle este tesoro
que guarda la lengua de dios entre sus ruinas
a qué carne nubácea le daré el propósito de la piedra aérea
frente contra frente cuanto más juntas más alto
el brillo y el vuelo
y también la sangre alegre en su reguero
como una estrella abriendo sus brazos por los ojos
anegando todas las visiones del mundo
para enterrar la gravedad y salir
y no haber sido nunca estas palabras
esta búsqueda
*
Estaremos cansados
a todo le diremos: ¡ Presigno !
*
Sí
yo paso la mano por las páginas pero
mi mano se transparenta con un equilibrio de opacidades tal
que las letras se vuelven orificios
poros de mi mano y las palabras líneas
de huecos dentados y remo
contra el cristal de la última ventana
y ahí sí
ahí mi mano se ablanda y habla
me pasa por la cara me repudia
me insta a ser su tumba o (si el cielo tiene
esa inminencia de los colores puros
aislados en sus urnas superpuestas
de luz salvaje
negro azul negro amarillo ) sólo la apoyatura
del gesto de morir pasando largamente
las páginas
las lenguas
las retinas
jueves, 18 de octubre de 2012
El amuleto
Con qué precisión el amuleto encaja en el orbe
desplazando toda perspectiva de un modo aleatorio
hasta formar un rostro Con qué precisión se disipa el amuleto
y se adhiere el rostro al movimiento de retirada
de modo no aleatorio
sobrevolando ayer hasta bajar la mirada hacia el lugar
donde nacerá la mano y con ella
de la misma carne el amuleto
y el sonido del llanto empezando a caminar de nuevo
En el vaho está la impresión de una frente
una nariz aplastada por la presión contra el cristal
y una boca hinchada por demasiadas palabras
Éste es el tatuaje transparente sobre el óvalo
las facciones que retroceden
inmanentemente
miércoles, 17 de octubre de 2012
El silencioso bar
Una nube de inocente verbo creciendo por encima de los vasos
y rompiendo a llover en las bocas como si hubiese hallado el ojo
confidente de un dios que se dejara arrastrar por su
desaparición
segregación
multiplicación
Una nube formada por la respiración de los que están a punto
de agotar el vaso creciente y se toman el pulso paseando la mirada
de una mano a otra mano buscando una mano oculta en el tránsito
que los culpe y los absuelva y los mutile y les deje sólo vivos
los labios
la lengua
el contacto total con la lluvia
inesperada pero a salvo de toda epifanía
porque siempre la supieron en el paladar sanguíneo de la piel
sostenida por la brisa que rebota de pared a pared
Algo así como una banda brillante y vacía
sobre las costillas desolladas
una franja blanca
cruzando el final
Papel negro
necesito tu hueco inextinguible
le da cuerda a los cuervos del palacio
las nubes pasan por mis dientes
mis dientes en tu plexo caen
y así me alcanzo
he muerto doce veces ya no muero
más soy la salpicadura
del cáliz cuando viaja de cerebro en cerebro
lo celebro
mientras muero una vez más
sin acabarme
prendido de la dulce cometa verde
que somete océano y crepúsculo
a su propia rebeldía cromática
vago
mirando mi ojo con tu párpado
alado fuego debajo de mi risa
reída como ríe el viento
cuando halla una hebra
de cera inextinguible
con la forma de un uno combado
que a su lado
abate toda la adyacencia
domingo, 14 de octubre de 2012
Piedra verde
Descansa piedra verde en la mejilla hundida
no sabes si engarzada en un pozo o en la carne
sobrante de la profundidad No sabes si en el cielo
o en las manos que bajan a beber de un cuchillo
No sabes si tu verde es el de la vasija
por cuyas grietas respira un cuerpo y a veces se le ve pasar
entre trago y sonido entre onda y perfume
o si pertenece al ritmo interrumpido de alguna iridiscencia
que deja un hijo entre la hierba
Descansa en tu brillo piedra verde
hilando las temperaturas del pecho
y de los senos
y las sienes
El compás
Yo sólo quiero un sabor a salvo
en el fondo de la garganta
a algo que tiña el aire al salir
para que pueda seguir andando
no siguiendo un rastro sino un féretro
que juega al escondite
y poder descansar mientras camino
sin tener que pararme a ponerme una piedra en la lengua
sin tener que pararme a ponerme en la lengua
la mano con la que tomo la piedra
Un sabor que no se escinda de mi paso
ni de mi sueño
algo que se desnude al entrar
y pueda exprimirse como una esponja en el techo de una caverna
y al gotear suene de un modo vagamente musical
lo suficiente para que yo pueda arquear las superficies anegadas
de modo que su fondo no colmado advierta
que el reflejo del sabor puede no deberse a ningún día de mi vida
y el camino sea el compás
de uno que está volviendo
La llama gris
Nube parda yo bebo el orín de los candados
insistiendo en el contraluz de tu pesado ojo
va a llover y pervivir contrariamente al agua
la carne poseída por el color que a porciones arrojas
ya antes de que un giro proteico exprima tu forma
y se la dé a beber a lo que concluida tu sombra
repite la ceremonia de tu presencia
Nube
el recitado de tu desaparición yo soy
con una mano en la mejilla recreando
tu paso rompiente frente al sol
el escudo de bronce y los dientes apretados
acechando el próximo parpadeo enemigo
sábado, 13 de octubre de 2012
La virgen muda
Azotamos por necesidad de plural
la blanca biblioteca con nuestra lengua
El idioma ha desaparecido y los árboles
comienzan su lento regreso hacia la mano abierta del sol
El idioma titubea y se hace musical
los vanos que separan los elementos que sirven
de referencia al ojo ahora los arrastran por el párpado
produciendo un roce que suena como pasos lentos
enfrentados
Chocan levemente
y el punto de fuga de las palabras desconocidas
los disuelve en una explosión ramificada
que multiplica los órganos y miembros de este cuerpo ubicuo
Es el momento en que cerramos una mano
y de la tierra vacía brota nuestra voz como una virgen muda
que camina y siembra
jueves, 11 de octubre de 2012
La víctima inmortal
Sólo es belleza quien ha resucitado
Sólo es belleza el invisible la invadida
Quien arrastra un cuerpo y parece que el cuerpo
se mueve solo
desangrándose eternamente a través de la zarza
de la belleza
Circulación
No bebo
la sangre yo la aspiro
coloco mi nariz en el cuello
del árbol y conduzco el sol hasta mi ojo
Aspiro la sangre
de mi ojo quemado mezclada con el cuerpo
fofo del sol vacío
para que el árbol brille
detrás de su collar negro
El árbol que poseo con mi respiración
crece bajo la tierra
y se desangra por el cielo
El árbol que poseo con mi respiración
es un árbol perenne
miércoles, 10 de octubre de 2012
Aspa
Grisura del vientre al salivarlo
Transparencia perdida
pero alegre giróvago al revés de los órganos
En la piedra gris caen las bayas
Carcomerlas con el ojo para que suelten
sobre la piedra el jugo
de luz como si piedra fuese la persiana
pensaba
bajo las mareas del techo que rompen
sobre los codos de los brazos cruzados
luego extendidos
molino de los órganos acervo fino
por el borde del lecho las cataratas astrales
cayendo con estruendo en la silueta eterna
lunes, 8 de octubre de 2012
Las torres
Torres nubladas por el hálito
nítidas en la contención
Escala de luces en la lengua
Tronco de sangre que contrae el movimiento
corteza por corteza
hasta que la quietud invade cada rostro
hasta que cada rostro ve su vocativo
cayéndole en los ojos
fuera
de sí
La mano que avanza en los escombros
tiene el dorso pelado por las lágrimas
y su palma
ha anegado los dedos
Estoy tocándote
estoy hurgándote las cuencas
con mi palma indivisible
pero no sé quién soy
entre todas las lágrimas
entre todas las cuencas
La imaginación
Camino por una playa negra con una túnica blanca
y un ángel me escupe
Algunos peces salen del mar
para morir en la orilla y mientras mueren me escupen
La sustancia de los esputos
del ángel y los peces cubre mi túnica blanca
yo la lamo hasta donde mi lengua llega
Cuando no alcanzo me quito la túnica blanca
Entonces alguien me abraza
Y la túnica caída resplandece en la arena
Es la placenta del amor
La lamo sin soltarme del abrazo
Mi cuerpo es el abrazo
domingo, 7 de octubre de 2012
Salvando al pájaro
La bóveda fue construida según los planos del cielo
se derrumbó sobre la mano y quise desenterrar
sólo desenterrar
Las nervaduras estaban hechas
de humo petrificado
me quemé los labios
me quemé la lengua
al desenterrar
Amaneceres
El hierro negro de la cerca
que rodea una tumba
es bello y maternal
Velas hermanadas
picos de una corona suspendida
sobre el núcleo del pasto
en los que el sol se clava
y se constela
La mesa
Lloras con la mejilla apoyada en la mesa
una sóla lágrima como si fuese un huevo
que cae sobre la madera
verde bajo la mínima porción de transparencia
Soplas la haces rodar
ha dejado una estela se ha quedado en el borde
parada con el vientre hendido por la arista
Inspiras para acercarla y vuelve sobre su rastro
Exactamente sobre su rastro
La sientes trepar por la mejilla hasta que llega al ojo
Mientras lo desintegra oyes cómo le susurra lo que ha visto
después de asomarse al abismo
sábado, 6 de octubre de 2012
Las hadas de Argos
Le fue arrancado el párpado y extraídas las hadas del surco del movimiento y de la estela del eco
Se dispusieron las hadas sobre el párpado arrancado aun a riesgo de que las hadas tomaran otra forma
distinta del surco del movimiento y de la estela del eco del párpado arrancado
tangible sólamente como lienzo donde tender las hadas
vacío que en el combate de dos flujos quizá pueda sanar el tiempo o en su defecto muestre
sobre el párpado lo inalcanzable que podría ser también lo malogrado
Finalmente se le cosió el párpado sin atreverse a mirar lo que en éste fue dispuesto
Se cruzaron los dedos imaginando que se había formado un cámara entre el párpado y el ojo
de la que salía luz y música
o un zumbido que cuarteaba la oscuridad
Se parecen tanto los párpados y las alas
Las hadas eran hadas y todo el espacio estaba sembrado de flotantes
partículas blancas vagamante almendradas
Y hubo que cavar mucho entre aquellas carcasas
Se sigue cavando parándose cada poco a llamar al ojo
Se tiene el deseo de un géiser que lo llene todo de plumas
al irrumpir
martes, 2 de octubre de 2012
Corazón
Es el tronco podrido de un cigarro
su estoica luz dentro de la ceniza
la carne abigarrada de los labios besando
lo que nada contiene y ondea
y humea como frecuencia de un perfume absoluto
que al inspirar mutilo
y al expirar reúno lejos
Sin estar
con la mano convertida en ranura
con los dedos quietos rolido del vértigo
con los dedos raídos sobre el pecho
quemándolo
propagación del fuego por el vello
por el sexo extendido
hasta el borde del mundo donde la oscuridad propone
sus orificios constelados para desaparecer
sin una luz
Daltónico
Mi nombre o yo
No sé quién de los dos es el que peregrina
No sé quién le habla a las estancias recién formadas
Quién simula una voz para anunciar su entrada
para que todo tome la apariencia de una transformación
mientras gana tiempo para ocultarse
No sé si es el lugar otro factor de duda
No sé
Me gusta el rojo del óxido de la tajadera que levanto
para ver constelaciones de agua sobre lo sediento
Se bebería cualquier lengua lo verde y lo pajizo
Se cree inmarcesible en su agonía el pasto
El grito
La fantasía deletérea: una campana con las manos debajo
La mejilla en la noche exterior y el cuerpo dentro de la oscuridad
Un bulto conspicuo que llama con voz de búho a una estrella que no es
sino un poro del metal por el que se filtra la luz del cielo a oscuras
cuando se tiene la garganta en la mitad de un parpadeo
y el ojo desalojado del tiempo
viernes, 28 de septiembre de 2012
Se aproxima una estrella
El abrigo de formas desiguales sobre el cuerpo unívoco
La soberana sombra comprimida entre ala y ala
Frío y verdad comprometiéndose a sobrevivirse
En la casa del sol y en el lar de la muerte
Lo que corta el hilo y lo que lo somete al estallido
De concatenaciones no sucesivas
Comete su revolución al cesar
Y al cesar lo transforma el alarido
La tierra evaporándose en las sienes
Los nombres menguantes reunidos en la mano
La mano que olvida su plañir en la creciente inagotable despedida
Donde tú cercano yo habito con la faz oleosa de los puentes
Dando cuerda al ariete prometido
jueves, 27 de septiembre de 2012
Baile
Sois necesarias para mi desaparición,
modulaciones eleáticas del blanco
Soy el hueco filoso entre vuestras frentes al toparse
Soy la córnea boreal, la desinstrumentalización de la carne,
el colgajo de la tierra y de los pasos
yaciendo en la yema
del índice del abismo
martes, 25 de septiembre de 2012
Prospección
Diremos: "Estoy reconstruyéndolo"
No diremos: "Estoy en el miedo"
El miedo nos protege de decirlo
Lo será una hijo astral que llora
bajo la corriente de lágrimas
bajo la corteza de nuestra voz
enfrentándose a nuestras voces
Diremos: "Soy el enterrador"
Diré: "Soy los enterradores
Entierro el cuerpo hundiendo en él la pala
cubriendo la súbita porción de vacío
con los restos de la totalidad"
El cruzado
Blanco y frío
pero fuera del elemento
Ornamental
pero sin ojos detallados en cada segmento del abanico
Uno
cruzado con uno
atravesado por la noche épica
epicentral
No uno que, no uno donde poder y habitación
Uno que despuebla
Blanco y frío
Escudo de diamante Sólo visible
el escudo Detrás el avance yéndose
se
se
lunes, 24 de septiembre de 2012
La canción
Paisaje del no cuerpo: La canción
Le dije, ¿me acompañarás cuando no pueda verme?
¿me acompañarás en mi no verme
cuando todo me mire y me juzgue?
¿hundirás en mi lágrima dúctil
tu daga vertebral?
Me desencadenarás
viernes, 21 de septiembre de 2012
En un rincón
También yo,
ápodo, aferraré un destilamiento en forma
neutralizada por su función
Miraré por encima y debajo de la declamación
Asaetearé mi silueta tal y como canto
alrededor de las estaciones vírgenes
arrinconadas en la porción de ataúd
donde no llegan los pies del muerto
por mucho que los agite para que vuelva a trepar
Solitario
Los que están en el mundo saben del órdago percentil
al mirar dos ojos de mujer cuando separan los dedos
de una mano sola y ven su sexo indirimible
como un sol que brilla con tal fuerza que la comba
de las montañas que jamás verán se debe al recorrido
parejo de la noche y la muerte y la síntesis albina
Los que no están en el mundo boquean
echan salmos en los charcos hasta que el agua
estancada se vuelve humo
y el humo les entra por el sexo y cuando van a tocarlo
les quema las manos y cuando van a mirarlo
les quema los párpados y si no fuera
por los pómulos de la calavera común
no existiría el lenguaje
la pérdida
la macilenta llama entre dos horizontes
Las que no están son los que son
Intramigración
Pasta de
mi rostro se saliva
una imagen se concreta
digo mí
cuando estoy desmembrado
Mi sexo agazapado al borde
del agua como bebiendo
y deglutiendo
fuera de sí
El cielo es un varano múltiple
Predica sus estancias
Prima luz, los estancados ojos
ruedan indisolubles en la corriente
Bébelos le digo a nadie,
bébelos, son huevos imperfectos,
son absolutamente redondos
No te defraudarán cuando decantes
tu identidad en su blancura perineal
jueves, 20 de septiembre de 2012
Sabores
Lo dice vacuamente
el contacto de la lengua con el cielo
del paladar Élitros que se juntan
para aplastar una figura
que dice vacuamente
en calidad de testigo de su desaparición:
"lo he dicho, de modo tangencial,
algo espeso y oscuro,
un ave asimétrica que pasa el peso de la tierra
de un ojo a otro
desarrollando una tara mental, una grieta
por la que tal vez podría deslizarse el alma
no sin antes decir:
"es un sabor vagamente salino,
áspero como sería el esqueleto de una llama,
una chispa petrificada Es
como el surco abovedado al transcurrir
una serpiente translúcida de cénit a nombre"
***
Una posibilidad de vuelo: enjambrar
Barrer las carcasas
con el canto de la mano hacia la boca
y proponerse,
ante el inminente amargor, un instante
fuera de los sentidos
Entonces el flujo seco de las carcasas aplastadas,
la saliva opacándose,
los labios como costras del vacío
Todo negado por el tiempo
desde ése instante
lunes, 17 de septiembre de 2012
Vegetación
En el invierno, la quieta irrigación, como una sílaba
que interrumpe el flujo del tiempo en una mano,
ni diestra ni siniestra; pura
deriva del tacto que jamás tuvo cuerpo
para asemejarse al hombre
Cicatrices
Trabajar el luto para que el dolor se quede en el espejo
Decirle al espejo éste es el último ensayo
Éstas son mis últimas manos
Aquellos son los últimos hombres, los últimos hijos
Sabrás que el río es el último porque la curva de su meandro
es tan filosa que hace sangrar el aliento
Trabajar el luto para que nada se desborde
Coser con el hilo más oscuro los elementos que nunca se mostraron
Acercar la unión al espejo llorar contra el último rostro
Llorar mientras se empuja
domingo, 16 de septiembre de 2012
El temblor
Posee un par de ojos almenados
como dos perros unidos por la cabeza
La exacta dimensión divisoria cae
desde su mano cuando la mueve para rozar
lo invisible y localizado
Una vaguedad de telaraña provoca una corriente
al mecerse con total autonomía cuando el aliento
ha sido mitigado por el grito
Entonces sus ojos se derriten
Lo postrero se acumula en los rincones de la oscuridad
El fuego es blanco y lechoso y mana
de una raja que une la frente y los genitales
Destino
Ciego, pero todo lo visto irradia una imagen que se aparta
Con el sonajero de la lluvia en la mano, el necesario sonajero
en la mano
Dueño de la lluvia, de los velos, de un incesante corazón que se aleja
Ciego, pero sujetando la resonancia del corazón,
dejando quieta la mano, la lluvia, la imagen
que ya no se aparta y vuelve a su destino
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