martes, 2 de octubre de 2012

Corazón


Es el tronco podrido de un cigarro
su estoica luz dentro de la ceniza
la carne abigarrada de los labios besando
lo que nada contiene y ondea
y humea como frecuencia de un perfume absoluto
que al inspirar mutilo
y al expirar reúno lejos
Sin estar
con la mano convertida en ranura
con los dedos quietos rolido del vértigo
con los dedos raídos sobre el pecho
quemándolo
propagación del fuego por el vello
por el sexo extendido
hasta el borde del mundo donde la oscuridad propone
sus orificios constelados para desaparecer
sin una luz