lunes, 25 de marzo de 2013

Crisnal


tan cansado que está completo
y acecha la imagen del índice y el pulgar cuando se acercan
formando un círculo incompleto
y un ojo huero cuando se acercan más
y se tocan

nada es visible pero es una figura
y sirve como invocación
de la gran no figura
y la mano se abre y el brazo se tiende
decidido a no acabarse contra toda ley
y es yacer un verbo
que atraviesa la materia
y la prolonga
y la quiebra
y son fríos y juguetones los añicos sobre el pecho
como si brotaran del lagrimal del corazón
detenido


miércoles, 20 de marzo de 2013

Blanco es el abismo


Toma la forma lenitiva de tu mano con tus ojos
Abstrae dónde se apoya y qué sujeta
Mantén su gesto frente a tu respiración
Que se hieran hasta desubicar su mismidad
el gesto de tu mano la forma de tu mano
tu mano y tu respiración
Sal de esa lucha
Ahora puedes vivir así
absorto en el rumor de un río que va y viene
de sien a sien
sin parpadear jamás

domingo, 17 de marzo de 2013

Fermentación


Te asomas a la blancura
Soplas
Qué pliegues tan feos tiene el blanco
si se desarrolla según tu aliento
Pero qué blanca la blancura
su calor perfecto
su oscuridad sintetizada a partir
de las estatuas de tu aliento

Se asoma a la blancura
a la carne erizada del signo
donde la interrogación apoya su abandono
Su pecho
es una copa enlutada
que el blanco llena con sus propios labios

El incapaz


Glosa
el cuerpo de la
manzana
repite su sabor en las esferas
imperfectas
y lo
supera
en la manzana gris
de la que parte
arrojándose

Si hubiese tenido identidad
podría haber glosado
el cuerpo de las órbitas
y en la caída
ahora
le acompañaría un sabor
distinto de cada estancia
de cada ejemplo y especimen
aunque no fuese cierto

viernes, 15 de marzo de 2013

El meandro


Har es mi hermano Me saca cuatro presencias
Lo acompaño a pasear por el único meandro que conozco y silabeo su rostro
mientras miro la curva rota por la que el horizonte se desangra cristalinamente
No veo nada, le digo
Entonces él pudre y despudre mi lengua con las salpicaduras de su zambullida incesante

La torre


El viento se ha ido, permanecemos en la torre; parece que hubiese germinado
de la misma quietud, o de un velo corrompido por la piedra
Har sigue con las manos sobre la cabeza No nos atrevemos a preguntarle
si teme despeinarse ahora que todo es una corona inerte
o que vuelva a escaparse el viento

La veleta


Har, la semilla que se palpaba el aliento y miraba
a través del sonido la veleta
Miraba el caer de sus plumas en el charco fruto
de hacer virar los extremos del cauce
que separa la palabra de su vibración

Cuando el charco esté del todo emplumado
podré irme
y ni el viento más feroz
podrá arrancarle las plumas a mi charco

jueves, 14 de marzo de 2013

El violeta


Genios, ¿os daré un color para que seccionéis la franja impertinente del arco iris?
¿Con qué iluminaréis el regazo y la lámpara si respondéis que sí?
Claro, no lo pensé Lo haréis con el resplandor de la explosión
Har, el pequeño grumo, dice que si lo llevaréis prendido de la estela
y que si le dejaréis dormir durante el viaje
y que si de vez en cuando le abriréis la boca para comprobar que su lengua sigue ahí
Qué bonito lecho es una estela
Cuando la diseccionéis y veáis los demás colores como pececitos en su cubo de cristal,
no traméis la tumba del espacio
Dejad las imágenes: el sol con un dedo invisible sobre los invisibles labios,
la tierra con su ceño fruncido dentro de un puñado de invisibles palabras
cuyas fronteras intermitentes hacen florecer de vez en cuando
un río entre los cabellos
ya para siempre húmedos, al fin
Y a Har decidle que escogió el violeta
para desaparecer,
que todo está teñido de su fuga

El dibujo


Si estás dentro de mi yo no te veo
Si sales para que pueda verte
yo no existo
Soy un hombre que mira un cristal empañado
sabiendo que si dibuja en él
se quemará los dedos

miércoles, 13 de marzo de 2013

La suelta


La profunda mano inmaterial que nunca hizo presa y aun así contuvo
desaparece
Ahora un resto incardinado y pulido por la inmediata ingravidez
adquiere forma y ve
y desaparece

martes, 5 de marzo de 2013

Meado sobre polvo


Estábamos todos dentro del mismo cuerpo
No nos arrimábamos a la corriente
Estábamos solos dentro del mismo cuerpo
Nos lo dábamos a comer y a beber
Nuestra casa crecía nos llamábamos a gritos con las manos
Siempre el mismo amanecer todos los crepúsculos distintos
Como dados a luz por una madre con un número infinito de matrices
La oscuridad era el rumor de un río dentro del cuerpo
No nos lavamos en el río nunca
No bebimos sino del cuerpo quieto
Eran hermosas las manos desperezándose en la orilla
blancas y lentas como la agonía
Caminábamos dentro del cuerpo haciendo percutir nuestros nombres
al agacharnos para tomar una mano y menguar
Cada vez más próximos a nuestro nombre cada vez más corto nuestro nombre
Ni eco tenía dentro del cuerpo
Aquí aquí se oía
en los recodos del cuerpo y nos asesinábamos para que no nos odiase la corriente
Porque es sabido que si te odía la corriente
el río escupe tu nombre al revés
en los labios del cuerpo y la sed no te deja entrar
y jamás has estado en el cuerpo
y todos los nombres son largos y los confundes con la vida

lunes, 4 de marzo de 2013

Mecachis


Si empiezas a bailar no paras
El cuerpo se sucede por encima de sus resurrecciones
Ahí estás mirando sus resurrecciones
Escuchando su mano inacabada
Si empiezas a bailar no paras
Ahí estás mirándola a la muerte
y la muerte no te mira
Está bailando
Todos los muertos se van bailando
Y todos los que llegan lo hacen desde un silencio tímido
y flamígero
Dónde acababa la línea de fuego de la mano
-se pregunta la muerte dentro de tus ojos-
cuando nada estaba poseído
por ti
que todo lo oscureces con palabras insignificantes
Baila
baila hasta detenerme
pon tu mano bajo mi mejilla para deshacer el rezo
uniendo el dorso y la palma de la música

domingo, 3 de marzo de 2013

El auriga


Dulce, en el vano apoya la cuadriga
Ya no es su ama
Al abismo caen los caballos
dorados Hurga con la linterna de sus ojos
la oscuridad de la caída iluminada
y siente la cordada veloz del intestino
precipitándose con toda su carga
Ve un nudo deshecho
Ve caer cerebro, lengua... ve el velo;
ve la descomposición de las estrellas en la fosa del cielo
Ve, ve, se arroja, acude adonde está
el aliento enroscado a un dedo de piedra
que recorre los labios de la matinal sonrisa incardinada,
que cierra el párpado del sol

La rosa velada


El lienzo resucitado en las espinas
se desdobla en la sangre
y deshace sus pliegues
El perpetuamente extendido
el que hace crecer lo que hay debajo
de él cuando se extiende
y a cambio obtiene un cuerpo
no menguante
que está fuera del lienzo
y de la rosa