viernes, 21 de septiembre de 2012

Solitario


Los que están en el mundo saben del órdago percentil
al mirar dos ojos de mujer cuando separan los dedos
de una mano sola y ven su sexo indirimible
como un sol que brilla con tal fuerza que la comba
de las montañas que jamás verán se debe al recorrido
parejo de la noche y la muerte y la síntesis albina
Los que no están en el mundo boquean
echan salmos en los charcos hasta que el agua
estancada se vuelve humo
y el humo les entra por el sexo y cuando van a tocarlo
les quema las manos y cuando van a mirarlo
les quema los párpados y si no fuera
por los pómulos de la calavera común
no existiría el lenguaje
la pérdida
la macilenta llama entre dos horizontes
Las que no están son los que son