viernes, 28 de septiembre de 2012

Se aproxima una estrella


El abrigo de formas desiguales sobre el cuerpo unívoco
La soberana sombra comprimida entre ala y ala
Frío y verdad comprometiéndose a sobrevivirse
En la casa del sol y en el lar de la muerte
Lo que corta el hilo y lo que lo somete al estallido
De concatenaciones no sucesivas
Comete su revolución al cesar
Y al cesar lo transforma el alarido
La tierra evaporándose en las sienes
Los nombres menguantes reunidos en la mano
La mano que olvida su plañir en la creciente inagotable despedida
Donde tú cercano yo habito con la faz oleosa de los puentes
Dando cuerda al ariete prometido

jueves, 27 de septiembre de 2012

Baile


Sois necesarias para mi desaparición,
modulaciones eleáticas del blanco
Soy el hueco filoso entre vuestras frentes al toparse
Soy la córnea boreal, la desinstrumentalización de la carne,
el colgajo de la tierra y de los pasos
yaciendo en la yema
del índice del abismo

martes, 25 de septiembre de 2012

Prospección


Diremos: "Estoy reconstruyéndolo"
No diremos: "Estoy en el miedo"
El miedo nos protege de decirlo
Lo será una hijo astral que llora
bajo la corriente de lágrimas
bajo la corteza de nuestra voz
enfrentándose a nuestras voces
Diremos: "Soy el enterrador"
Diré: "Soy los enterradores
Entierro el cuerpo hundiendo en él la pala
cubriendo la súbita porción de vacío
con los restos de la totalidad"

El cruzado


Blanco y frío
pero fuera del elemento
Ornamental
pero sin ojos detallados en cada segmento del abanico
Uno
cruzado con uno
atravesado por la noche épica
epicentral
No uno que, no uno donde poder y habitación
Uno que despuebla
Blanco y frío
Escudo de diamante Sólo visible
el escudo Detrás el avance yéndose
se
se

lunes, 24 de septiembre de 2012

El loco


Te sostengo
en la corriente dorada
La luz no te penetra, te rodea
y no discierne dónde la raíz de sostenerte
No nos penetra, nos rodea,
no sabe qué dibujo es nuestra sombra;
expande idealizados trazos
alrededor de una presencia movediza

La canción


Paisaje del no cuerpo: La canción
Le dije, ¿me acompañarás cuando no pueda verme?
¿me acompañarás en mi no verme
cuando todo me mire y me juzgue?
¿hundirás en mi lágrima dúctil
tu daga vertebral?
Me desencadenarás

Perenne


Un árbol se ha ido
Su compás verde cerrado en la mano caída
Un árbol que se ha
La mano se hace viento
El viento forma estalactitas
Las estalactitas son los dedos del dios de la trepanación
Cerebro de árbol se ha ido con su sueño verde

viernes, 21 de septiembre de 2012

En un rincón


También yo,
ápodo, aferraré un destilamiento en forma
neutralizada por su función
Miraré por encima y debajo de la declamación
Asaetearé mi silueta tal y como canto
alrededor de las estaciones vírgenes
arrinconadas en la porción de ataúd
donde no llegan los pies del muerto
por mucho que los agite para que vuelva a trepar

Solitario


Los que están en el mundo saben del órdago percentil
al mirar dos ojos de mujer cuando separan los dedos
de una mano sola y ven su sexo indirimible
como un sol que brilla con tal fuerza que la comba
de las montañas que jamás verán se debe al recorrido
parejo de la noche y la muerte y la síntesis albina
Los que no están en el mundo boquean
echan salmos en los charcos hasta que el agua
estancada se vuelve humo
y el humo les entra por el sexo y cuando van a tocarlo
les quema las manos y cuando van a mirarlo
les quema los párpados y si no fuera
por los pómulos de la calavera común
no existiría el lenguaje
la pérdida
la macilenta llama entre dos horizontes
Las que no están son los que son

Intramigración


Pasta de
mi rostro se saliva
una imagen se concreta
digo mí
cuando estoy desmembrado
Mi sexo agazapado al borde
del agua como bebiendo
y deglutiendo
fuera de sí
El cielo es un varano múltiple
Predica sus estancias
Prima luz, los estancados ojos
ruedan indisolubles en la corriente
Bébelos le digo a nadie,
bébelos, son huevos imperfectos,
son absolutamente redondos
No te defraudarán cuando decantes
tu identidad en su blancura perineal

jueves, 20 de septiembre de 2012

Sabores


Lo dice vacuamente
el contacto de la lengua con el cielo
del paladar Élitros que se juntan
para aplastar una figura
que dice vacuamente
en calidad de testigo de su desaparición:
"lo he dicho, de modo tangencial,
algo espeso y oscuro,
un ave asimétrica que pasa el peso de la tierra
de un ojo a otro
desarrollando una tara mental, una grieta
por la que tal vez podría deslizarse el alma
no sin antes decir:
"es un sabor vagamente salino,
áspero como sería el esqueleto de una llama,
una chispa petrificada Es
como el surco abovedado al transcurrir
una serpiente translúcida de cénit a nombre"

***

Una posibilidad de vuelo: enjambrar
Barrer las carcasas 
con el canto de la mano hacia la boca
y proponerse,
ante el inminente amargor, un instante
fuera de los sentidos
Entonces el flujo seco de las carcasas aplastadas,
la saliva opacándose,
los labios como costras del vacío
Todo negado por el tiempo
desde ése instante

lunes, 17 de septiembre de 2012

Vegetación


En el invierno, la quieta irrigación, como una sílaba
que interrumpe el flujo del tiempo en una mano,
ni diestra ni siniestra; pura
deriva del tacto que jamás tuvo cuerpo
para asemejarse al hombre

Cicatrices


Trabajar el luto para que el dolor se quede en el espejo
Decirle al espejo éste es el último ensayo
Éstas son mis últimas manos
Aquellos son los últimos hombres, los últimos hijos
Sabrás que el río es el último porque la curva de su meandro
es tan filosa que hace sangrar el aliento

Trabajar el luto para que nada se desborde
Coser con el hilo más oscuro los elementos que nunca se mostraron
Acercar la unión al espejo llorar contra el último rostro
Llorar mientras se empuja

domingo, 16 de septiembre de 2012

Acábame


Fronda ubicua
Donde pongo la mano se despierta el eco
Donde hundo un dedo sopla el ojo
Donde tiendo el cuerpo no me hallo
Quisiera doctamente enumerar
el entorno
pero no sé de dónde
viene la voz

El temblor


Posee un par de ojos almenados
como dos perros unidos por la cabeza
La exacta dimensión divisoria cae
desde su mano cuando la mueve para rozar
lo invisible y localizado
Una vaguedad de telaraña provoca una corriente
al mecerse con total autonomía cuando el aliento
ha sido mitigado por el grito
Entonces sus ojos se derriten
Lo postrero se acumula en los rincones de la oscuridad
El fuego es blanco y lechoso y mana
de una raja que une la frente y los genitales

Destino


Ciego, pero todo lo visto irradia una imagen que se aparta
Con el sonajero de la lluvia en la mano, el necesario sonajero
en la mano
Dueño de la lluvia, de los velos, de un incesante corazón que se aleja
Ciego, pero sujetando la resonancia del corazón,
dejando quieta la mano, la lluvia, la imagen
que ya no se aparta y vuelve a su destino