martes, 29 de enero de 2013

Animales


yo es haber llegado y encontrar
animales indefensos en el aire
arrastrando la luz por una boca
que no estará ayer
bilocación del grito
el de la estampa y el del fondo
la caída sustentada por el abanico roto
en cuyos jirones queda desadherido el tiempo
y permanente flujo de saberme
ya llegado y no llegar sino reconstruyendo
el tegumento de la muerte en esas formas
que vagan por el aire
rosas zancudas que se salen del mundo a dentelladas
demonios que esperan la mordedura de la rosa
astillas que migran al materno seno
de la pezuña voladora

se cierra el bucle y yo es metida la cabeza
la tenaza en mi cuello estanca el fluido corporal del aire
los animales indefensos cobran coraje asoman
de cada brizna y la sacuden
como reclamo para la corona
el otro diente de la presa el que abre
su contrabucle sometido al pasto inmenso

qué cabellera no se cimbrearía sumergida
hasta mi pelo corto y duro como el de una rata
parece que llora o deletrea
lo inmarcesible de su levedad en la corriente

dice yo es no llegar nunca y encontrar
la carcasa de una boca anegada yendo y viniendo por el aire
anegada de un verbo que le oscurece
el punto de fuga y por ahí se sabe que se fue