lunes, 29 de octubre de 2012

El que baila


No hay un sol múltiple
el color de las sábanas lavadas por el pensamiento
disminuye el oleaje

Se mira el ropaje
es negro
es gris
es blanco
su ropaje fluctúa por el valle Los árboles
de irreconocible raza
se inclinan porque canta el viento
Cuando sus copas toquen la hojarasca
el mar dará su tono
los abismos anotarán en su seso el arabesco de cada grieta
y la orientación de la oscuridad manipulada por la erosión

Por el seno del peristilo con un vaso
que lleva una gota en su cristal errante
avanza colma dura integra
porciones de separación al plumaje de su lengua

Llora sobre su mano
que es la lupa de la muerte
bebe
de su mano luz sin fuente ni rayo

sólo una estirpe blanda que calza los poros del silencio
para caminar debajo de cada huella
donde posó la vida
y jamás estuvo

domingo, 28 de octubre de 2012

Espejo


Cuando en el día hay demasiados fulgores
de limpidez artificial
regreso al óvalo
al mandala muerto al que respira decrecientemente
En la terca promesa de sus labios
que podrían estar en la promesa de sus ojos
exhalo la información recogida para que la codifique
hasta hacerla desaparecer
Se trata de un óvalo en blanco
sobre el que puede acoplarse el propio rostro
transversalmente y hacerlo girar al mismo tiempo
que el óvalo gira en sentido inverso
Es como cabalgar una cruz por dentro
Es como invocar a la invulnerabilidad
cuando ya se ha sido destruido
Es como hallar la invulnerabilidad
cuando los labios se asoman a su desaparición:
la lengua entra en casa
y los ojos la mullen antes de acostarse en ella
No ha existido el día
sólo los fulgores
pero ¿de dónde emanaron?
El óvalo vuela atravesándolos con su blancura

Tierra perdida


Ángeles proteicos estáis haciendo que la verdad dure demasiado
Decid que sois la euritmia de un gesto eleático
El que hace madurar las manos al separarlas para unir el cielo con los pies
Acabad con las lágrimas que los muertos se pasan de ojo a ojo al voltear la cabeza
y dejad sólo el gesto de los ojos mirándose
reconociéndose sin rostro

Las salpicaduras


Decía de los pétalos brillantes
Flor devorada devorándose
Salpicaduras como brazos que lanzan su mano
y vuelan tras ella y la alcanzan
y vuelven a lanzarla
Cometa gajo de espada
Pero flor
Cuando los muros dejan de pedalear
y una mano la vuelca en su otra mano
que vuelve a volcarla en su anterior
y simultánea
como si quemase
antes de que llegue el brazo
Éso era el arroyo pero no supe decirlo
Así como tampoco su color ni su proximidad con los enjambres de cometas

De tul y nácar


Toda la luz espera con su garganta en
Iba a ser dicha tu mano pero no hay
De tul y nácar el pecho
Como si a un velo que no pudiese descansar
le hubiesen cosido las menudas casas
de incontables cadáveres
Caracolas fuentes invertidas ojos
cristalizados dentro de párpados de una sola pieza
de viento
Moverse con todo eso e ir
a mirarse la mano porque la luz quiere apoyarse
Moverse con todo eso y descubrir
que se está gritando dentro de la luz
Que se respira para sofocar la propia respiración

El arroyo


Resuena fermentado
Es un arroyo con la oreja lánguida
Si tuviera voz le daría el hombro
Que nos mellara juntos la luz
soltando esquirlas de pulso por un brote
aquí y allá el mismo brote
O que nos convirtiera en leche
derramada por las hebras verdes
incipientes que nacen del poro de la piedra
haciéndola más profunda
A la piedra el otro hombro
Para entrar y salir
Y estar saliendo lo que dure el arroyo

sábado, 27 de octubre de 2012

A través del espejo



Luz
nueva como la savia
que regurgita un muerto
y hasta un festín de estrellas
con el plato central oscilando según los círculos
descorazonados del nombre
dándole formas veloces a tu lengua oculta
Y yo cansado
siguiendo por el lado oscuro de mis ojos
las manchas que orbitan alredededor del pezón de Dios

No podremos dar ejemplo en esta vida
porque no existimos
sólo darle cuerda al lenguaje de la ausencia
nos mantiene errantes en el mismo mutar intercambiable
Tú puedes decir: mi padre
buscaba la hebra más fina haciendo rebotar su ojo
dentro de las paredes del junco
Yo diré: mi padre
sacaba las manos de su tumba
y dejaba que mi respiración les diera
la forma vacía del cielo envuelto en su última palabra

sábado, 20 de octubre de 2012

Cualquier umbral


Vayamos ahora por el jardín tomados del brazo con una identidad
en las comisuras del ojo Vayamos por la senda de los perfiles entornando
la lengua para sufrir ácidamente nuestra sombra y dulcemente
nuestro cuerpo y semoviente la amargura del paseo que nos rodea
Eres esa rosa sobre el sepulcro y el sepulcro es el vientre blanco
de un gato negro que juega con su cordón umbilical
El  cielo es una medalla sin caras y solitariamente estamos
desmadejándolos

Otoño


Hay que tener fe en lo que se pronuncia y descomponerlo
al pronunciarlo Es el único modo de que el mundo
se pertenezca y nos invada
Pero no hay que Sólo está cada certeza que conmueve y basta
para el repudio amoroso y la fatalidad divina del uno contra su eco
Ah plural mío Cansancio Médula de los accidentes que bajan
del órgano a la lengua y de la lengua a párrafos así
de niebla beligerante con alcohol en la cuenca donde el sol se hunde
deseando no resucitar no verse a ciegas
palpándose contra su costra en la piel de la palabra llamear
al pie de la palabra consumir
y en la burbuja de consumar su luz para no volver a tocarse
jamás jamás como si fuese el sexo apartado de ambos
recortado contra el plenilunio dentro de un huevo que parpadea
tan rápido que parece un ojo inmarcesible

Tres epitafios abolidos por su autolectura


A quién puedo entregarle este tesoro
que guarda la lengua de dios entre sus ruinas
a qué carne nubácea le daré el propósito de la piedra aérea
frente contra frente cuanto más juntas más alto
el brillo y el vuelo
y también la sangre alegre en su reguero
como una estrella abriendo sus brazos por los ojos
anegando todas las visiones del mundo
para enterrar la gravedad y salir
y no haber sido nunca estas palabras
esta búsqueda

*

Estaremos cansados
a todo le diremos: ¡ Presigno !

*

yo paso la mano por las páginas pero
mi mano se transparenta con un equilibrio de opacidades tal 
que las letras se vuelven orificios
poros de mi mano y las palabras líneas
de huecos dentados y remo
contra el cristal de la última ventana
y ahí sí
ahí mi mano se ablanda y habla
me pasa por la cara me repudia
me insta a ser su tumba o (si el cielo tiene
esa inminencia de los colores puros
aislados en sus urnas superpuestas 
de luz salvaje
negro azul negro amarillo ) sólo la apoyatura
del gesto de morir pasando largamente
las páginas 
las lenguas
las retinas

jueves, 18 de octubre de 2012

El amuleto


Con qué precisión el amuleto encaja en el orbe
desplazando toda perspectiva de un modo aleatorio
hasta formar un rostro Con qué precisión se disipa el amuleto
y se adhiere el rostro al movimiento de retirada
de modo no aleatorio
sobrevolando ayer hasta bajar la mirada hacia el lugar
donde nacerá la mano y con ella
de la misma carne el amuleto
y el sonido del llanto empezando a caminar de nuevo
En el vaho está la impresión de una frente
una nariz aplastada por la presión contra el cristal
y una boca hinchada por demasiadas palabras
Éste es el tatuaje transparente sobre el óvalo
las facciones que retroceden
inmanentemente

miércoles, 17 de octubre de 2012

El silencioso bar


Una nube de inocente verbo creciendo por encima de los vasos
y rompiendo a llover en las bocas como si hubiese hallado el ojo
confidente de un dios que se dejara arrastrar por su
desaparición
segregación
multiplicación
Una nube formada por la respiración de los que están a punto
de agotar el vaso creciente y se toman el pulso paseando la mirada
de una mano a otra mano buscando una mano oculta en el tránsito
que los culpe y los absuelva y los mutile y les deje sólo vivos
los labios
la lengua
el contacto total con la lluvia
inesperada pero a salvo de toda epifanía
porque siempre la supieron en el paladar sanguíneo de la piel
sostenida por la brisa que rebota de pared a pared
Algo así como una banda brillante y vacía
sobre las costillas desolladas
una franja blanca
cruzando el final

Papel negro


necesito tu hueco inextinguible
le da cuerda a los cuervos del palacio
las nubes pasan por mis dientes
mis dientes en tu plexo caen
y así me alcanzo
he muerto doce veces ya no muero
más soy la salpicadura
del cáliz cuando viaja de cerebro en cerebro
lo celebro
mientras muero una vez más
sin acabarme
prendido de la dulce cometa verde
que somete océano y crepúsculo
a su propia rebeldía cromática
vago
mirando mi ojo con tu párpado
alado fuego debajo de mi risa
reída como ríe el viento
cuando halla una hebra
de cera inextinguible
con la forma de un uno combado
que a su lado
abate toda la adyacencia

domingo, 14 de octubre de 2012

Piedra verde


Descansa piedra verde en la mejilla hundida
no sabes si engarzada en un pozo o en la carne
sobrante de la profundidad No sabes si en el cielo
o en las manos que bajan a beber de un cuchillo
No sabes si tu verde es el de la vasija
por cuyas grietas respira un cuerpo y a veces se le ve pasar
entre trago y sonido entre onda y perfume
o si pertenece al ritmo interrumpido de alguna iridiscencia
que deja un hijo entre la hierba
Descansa en tu brillo piedra verde
hilando las temperaturas del pecho
y de los senos
y las sienes

El compás


Yo sólo quiero un sabor a salvo
en el fondo de la garganta
a algo que tiña el aire al salir
para que pueda seguir andando
no siguiendo un rastro sino un féretro
que juega al escondite
y poder descansar mientras camino
sin tener que pararme a ponerme una piedra en la lengua
sin tener que pararme a ponerme en la lengua
la mano con la que tomo la piedra
Un sabor que no se escinda de mi paso
ni de mi sueño
algo que se desnude al entrar
y pueda exprimirse como una esponja en el techo de una caverna
y al gotear suene de un modo vagamente musical
lo suficiente para que yo pueda arquear las superficies anegadas
de modo que su fondo no colmado advierta
que el reflejo del sabor puede no deberse a ningún día de mi vida
y el camino sea el compás
de uno que está volviendo

La llama gris


Nube parda yo bebo el orín de los candados
insistiendo en el contraluz de tu pesado ojo
va a llover y pervivir contrariamente al agua
la carne poseída por el color que a porciones arrojas
ya antes de que un giro proteico exprima tu forma
y se la dé a beber a lo que concluida tu sombra
repite la ceremonia de tu presencia

Nube
el recitado de tu desaparición yo soy
con una mano en la mejilla recreando
tu paso rompiente frente al sol
el escudo de bronce y los dientes apretados
acechando el próximo parpadeo enemigo

sábado, 13 de octubre de 2012

La virgen muda


Azotamos por necesidad de plural
la blanca biblioteca con nuestra lengua
El idioma ha desaparecido y los árboles
comienzan su lento regreso hacia la mano abierta del sol
El idioma titubea y se hace musical
los vanos que separan los elementos que sirven
de referencia al ojo ahora los arrastran por el párpado
produciendo un roce que suena como pasos lentos
enfrentados
Chocan levemente
y el punto de fuga de las palabras desconocidas
los disuelve en una explosión ramificada
que multiplica los órganos y miembros de este cuerpo ubicuo
Es el momento en que cerramos una mano
y de la tierra vacía brota nuestra voz como una virgen muda
que camina y siembra

jueves, 11 de octubre de 2012

La víctima inmortal


Sólo es belleza quien ha resucitado
Sólo es belleza el invisible la invadida
Quien arrastra un cuerpo y parece que el cuerpo
se mueve solo
desangrándose eternamente a través de la zarza
de la belleza

Circulación


No bebo
la sangre yo la aspiro
coloco mi nariz en el cuello
del árbol y conduzco el sol hasta mi ojo
Aspiro la sangre
de mi ojo quemado mezclada con el cuerpo
fofo del sol vacío
para que el árbol brille
detrás de su collar negro
El árbol que poseo con mi respiración
crece bajo la tierra
y se desangra por el cielo
El árbol que poseo con mi respiración
es un árbol perenne

miércoles, 10 de octubre de 2012

La blusa


Blusa
transparente pero con un ópalo de aire semoviente
dentro del aire varado
Bolsa de frío
desconcentrado cuya órbita pesa más
que la bolsa
Liviana y dura seno
en que la boca regurgita sus herrumbres
liviana y dura cuerpo
que despoja

Aspa


Grisura del vientre al salivarlo
Transparencia perdida
pero alegre giróvago al revés de los órganos
En la piedra gris caen las bayas
Carcomerlas con el ojo para que suelten
sobre la piedra el jugo
de luz como si piedra fuese la persiana
pensaba
bajo las mareas del techo que rompen
sobre los codos de los brazos cruzados
luego extendidos
molino de los órganos acervo fino
por el borde del lecho las cataratas astrales
cayendo con estruendo en la silueta eterna

lunes, 8 de octubre de 2012

Las torres


Torres nubladas por el hálito
nítidas en la contención
Escala de luces en la lengua
Tronco de sangre que contrae el movimiento
corteza por corteza
hasta que la quietud invade cada rostro
hasta que cada rostro ve su vocativo
cayéndole en los ojos
fuera
de sí
La mano que avanza en los escombros
tiene el dorso pelado por las lágrimas
y su palma
ha anegado los dedos
Estoy tocándote
estoy hurgándote las cuencas
con mi palma indivisible
pero no sé quién soy
entre todas las lágrimas
entre todas las cuencas

La imaginación


Camino por una playa negra con una túnica blanca
y un ángel me escupe
Algunos peces salen del mar
para morir en la orilla y mientras mueren me escupen
La sustancia de los esputos
del ángel y los peces cubre mi túnica blanca
yo la lamo hasta donde mi lengua llega
Cuando no alcanzo me quito la túnica blanca
Entonces alguien me abraza
Y la túnica caída resplandece en la arena
Es la placenta del amor
La lamo sin soltarme del abrazo
Mi cuerpo es el abrazo

domingo, 7 de octubre de 2012

Salvando al pájaro


La bóveda fue construida según los planos del cielo
se derrumbó sobre la mano y quise desenterrar
sólo desenterrar
Las nervaduras estaban hechas
de humo petrificado
me quemé los labios
me quemé la lengua
al desenterrar

Am

Combato mi signo
Quiero que ardan todas las frecuencias de la luz
Quiero verte con mi pulmón ciego

Amaneceres


El hierro negro de la cerca
que rodea una tumba
es bello y maternal
Velas hermanadas
picos de una corona suspendida
sobre el núcleo del pasto
en los que el sol se clava
y se constela

La mesa


Lloras con la mejilla apoyada en la mesa
una sóla lágrima como si fuese un huevo
que cae sobre la madera
verde bajo la mínima porción de transparencia
Soplas la haces rodar
ha dejado una estela se ha quedado en el borde
parada con el vientre hendido por la arista
Inspiras para acercarla y vuelve sobre su rastro
Exactamente sobre su rastro
La sientes trepar por la mejilla hasta que llega al ojo
Mientras lo desintegra oyes cómo le susurra lo que ha visto
después de asomarse al abismo

sábado, 6 de octubre de 2012

Las hadas de Argos



Le fue arrancado el párpado y extraídas las hadas del surco del movimiento y de la estela del eco
Se dispusieron las hadas sobre el párpado arrancado aun a riesgo de que las hadas tomaran otra forma
distinta del surco del movimiento y de la estela del eco del párpado arrancado
tangible sólamente como lienzo donde tender las hadas
vacío que en el combate de dos flujos quizá pueda sanar el tiempo o en su defecto muestre
sobre el párpado lo inalcanzable que podría ser también lo malogrado
Finalmente se le cosió el párpado sin atreverse a mirar lo que en éste fue dispuesto
Se cruzaron los dedos imaginando que se había formado un cámara entre el párpado y el ojo
de la que salía luz y música
o un zumbido que cuarteaba la oscuridad
Se parecen tanto los párpados y las alas
Las hadas eran hadas y todo el espacio estaba sembrado de flotantes
partículas blancas vagamante almendradas
Y hubo que cavar mucho entre aquellas carcasas
Se sigue cavando parándose cada poco a llamar al ojo
Se tiene el deseo de un géiser que lo llene todo de plumas
al irrumpir


martes, 2 de octubre de 2012

Corazón


Es el tronco podrido de un cigarro
su estoica luz dentro de la ceniza
la carne abigarrada de los labios besando
lo que nada contiene y ondea
y humea como frecuencia de un perfume absoluto
que al inspirar mutilo
y al expirar reúno lejos
Sin estar
con la mano convertida en ranura
con los dedos quietos rolido del vértigo
con los dedos raídos sobre el pecho
quemándolo
propagación del fuego por el vello
por el sexo extendido
hasta el borde del mundo donde la oscuridad propone
sus orificios constelados para desaparecer
sin una luz

Daltónico


Mi nombre o yo
No sé quién de los dos es el que peregrina
No sé quién le habla a las estancias recién formadas
Quién simula una voz para anunciar su entrada
para que todo tome la apariencia de una transformación
mientras gana tiempo para ocultarse
No sé si es el lugar otro factor de duda
No sé
Me gusta el rojo del óxido de la tajadera que levanto
para ver constelaciones de agua sobre lo sediento
Se bebería cualquier lengua lo verde y lo pajizo
Se cree inmarcesible en su agonía el pasto

El grito


La fantasía deletérea: una campana con las manos debajo
La mejilla en la noche exterior y el cuerpo dentro de la oscuridad
Un bulto conspicuo que llama con voz de búho a una estrella que no es
sino un poro del metal por el que se filtra la luz del cielo a oscuras
cuando se tiene la garganta en la mitad de un parpadeo
y el ojo desalojado del tiempo

Orden


El orden es el gran tumulto
Una sola pavesa acariciada y la yema
se deshace
lentamente como la boca de un pescado abriéndose
para no cerrarse más