El padre duerme con una luz entre sus piernas
Es la cercenación es el vacío
Padre de qué si pongo así las manos
en el borde del agujero simulando alas y es como
si una cara bacía hiciese vurla
Da gracias por la grafía porque puede
distraerte de tu ausencia
puede hacerte pensar en el modo en que se alinean
las tumbas en un cementerio
o en la secuencia de las cuentas de un rosario azaroso
que se crea a sí mismo al sudar y al palpitar
El padre duerme con las dos manos muy juntas
debajo de la mejilla La apretada gavilla de su pulso
colma el pasto y lo hiere como si cada hebra
de verde se despidiese de su envés
al adentrarse en su liberación
Dentro de lo negro puede verse
el cuerpo del nombre
que borrará tu raza
quemando el tiempo con la luz de tu entrepierna
oh Padre