domingo, 30 de diciembre de 2012
Piedra concéntrica
Corre sobre tus formas
canta cerca del incendio
No te quemará
Lugar obsceno es donde el cuerpo
apoya el mundo para no mirarlo
pero también así
también así corriendo
las llagas son escamas secas
de otro cansancio ya cumplido
Corre por el interminable llanto
Tus pies queman la cabeza de las lágrimas
Y ellas chorrean claridad
Te dan su corona
Corre sobre tus formas
El mosaico
Es vieja la lengua extranjera
Absorbe flujos y hace puzzles con ellos
Suelta sus piezas por la música
Los pies descalzos de los muertos
marcan el ritmo y señalan dónde el núcleo pueda
tal vez abrirse
Me miro de reojo bailando
Mi aliento quema y sella los bordes de las grietas
Libero el mosaico
Cansado me tiendo sobre la brillante superficie
Y la vieja lengua extranjera me saca el reflejo
Mi reojo me mira y le habla a mi voz
Y mi voz va diciendo dónde el núcleo jamás se abrirá
Tuerto y bizco
Mientras las copas de los cipreses se unen formando
una sola llama verde,
piensa:
será que mi dolor no es todo lo grande que merece
esta conjunción y es por eso que la veo;
así que habrá que establecer un nuevo canon de dolor
para la realidad
y decir ahora que esto que veo no es real,
tan sólo un símbolo fugitivo
entre símbolos estériles;
habrá que cerrar los ojos,
sacudir las manos en el vapor,
imaginar un perfume para cada gesto del lenguaje prensil
que nada toma y todo agota
Pero están las copas de los cipreses decreciendo en una sola,
y si fuerzo la imagen y (puesto que lo que veo no es real)
la materia, alcanzo a darle forma a otras resonancias:
la niebla como halo o precipicio alrededor del ciprés,
la carcasa de los bosques sonando como una flauta no tallada
con la boca apoyada en una boca errante;
los demás árboles y los demás arbustos
y las demás imágenes copadas
por la presencia de la danza de la llama verde que todo lo deshace
menos a mí
que pienso que mi dolor no es todo lo grande que merece
lo que veo,
lo que no se deja hablar,
lo que me sobrevivirá
jueves, 27 de diciembre de 2012
Porcelana
Bien caídos por el cielo
para dar cuenta de la hegemonía del centro
Con tocados verdes retroalimentados por la hierba
que jamás fue cortada
y por los pensamientos que se curvaron hasta atravesarse
como en un duelo
Con tocados verdes que espantan a las esmeraldas
Bien diseminados por la mano
Gritándole desde la cima del cráneo ¡sementera sementera!
Sementera aun cuando te paraste dentro del milagro y ejecutaste a tu sombra
dejándote cortar los dedos por el amanecer
y por la tarde y por la noche inertes
para que nombrar el día fuese recolectar dedos
sacar dedos de rincones no tocados por el milagro
para que bendecir el día fuese ser abrazado
por la maldición de no poder tocar ni asir
el poder sino ejercerlo en nombre de un cuerpo mutilado
Cálmate estamos volando por una vena
estamos en la boca del surtidor
colmamos estelas dentro de un pincel muy fino
que camina por la porcelana
Estamos bien caídos
nos duelen los huesos por el aire
los órganos no se recuperan de la vibración
Cálmate caído estamos bien caídos
Aquí no hay dedos que buscar
miércoles, 26 de diciembre de 2012
Cristal
fuego verde y pequeño
a través de las lentes de los dioses que pasan
y el fuego permanece
a veces más verde a veces más pequeño
el grosor de las lentes varía también
el grosor de las mejillas y el grosor de las equivalencias
permanecen iguales y lejanos
como vitrina para el fuego verde y pequeño
calor y mecerse qué otro juego de ojos para el espíritu paralizado
la nieve verde qué otro manto para el tiempo
y sacar la mano a veces y corregir un labio
arena verde y decir soy el indio infrarrojo y tejer
un velo para las criaturas que se chocan de ojos y se espantan
como cangrejos en una mano grande
como un párpado grande
como una sabana que llega hasta el cielo
atrapado entre las lentes
con un fuego verde y pequeño y aplastado incendiándolo
discretamente
o un lago
con su pez monstruoso
íntimo
soy un monstruo dice con su pequeña boca
¿no quieren rasgar mi pañuelo en una de sus horas mágicas?
¿no quieren exprimirme como a una fruta?
se lo ruego quiero ver
mis entrañas goteando fuera del agua
viernes, 21 de diciembre de 2012
Redoble
Zona
blanda mandíbula astral
ámbito
de los sabores desubicados
camino
como gusano que atraviesa la manzana
Si vieras cómo desciende
después de cada rasgo la lluvia en la totalidad
de un óvalo de un busto
que reza por perder su límite en la carne
que se mastica al hablar
de la carne perdida en el acto sombreado
temblarías
hasta ocuparme
nuestras voces se solaparían
las olas jamás rotas
darían a luz El Agua semoviente
Fuego
Con pocas sirenas en el centro
Contables siempre contar para callar
Con sirenas de sílex haciéndose fuego
En el mundo de las manos
Quemando las sombras los recortables
Vestidos del pensamiento
Cuerpo que engrosa la desnudez de este silencio
Con una haz monocorde de sirenas en el centro
Donde yo dormí abandonando mi calavera ulterior
Debajo de las manos abiertas
jueves, 20 de diciembre de 2012
Río que vuela
Un tramo del río se eleva sobre las cabezas de los pescadores
Si miran hacia arriba ven pasar el vientre del río
Si miran hacia abajo ven las sombras de los peces atravesando las piedras del lecho
Si miran hacia delante se quedan ciegos
Se levantan y caminan hasta el lugar donde el río suavemente se posa
Con el vientre del río en la mirada
Con la sombra de los peces en el fondo de los ojos
Desde su nueva memoria
Lanzan sus anzuelos al cielo
miércoles, 19 de diciembre de 2012
Pronombres
Indudablemente nos apropiaremos del pronombre
según las enseñanzas del cadáver
Por contigüidades fonéticas acabaremos con la humanidad
Y a partir de ahí habrá un quien como yo
Un esqueleto con un jardín bajo la cúpula de las costillas
Y si dos dedos caben entrarán para tomar algunas semillas
Y las arrojarán sin saber qué arrojan
Y el cadáver se pondrá de pie
Porque esperar así es más parecido a vivir que a permanecer
Según las enseñanzas del pronombre renuente
El que está por venir
Homo
No esgrimo más que mi concha
su dureza tiene capacidad para dos ojos
uno en la zona solar otro en la zona del cielo vacío
Es el órgano que soy
entre ambos ojos no hay nada
los ojos son el trapo que pule la concha
un dolor cuando se asienta el pulso
un bosquejo de nombrar decir
así
así
multitud
Ojos ciertos a cambio
de multitud
los ojos de la cadena
los ojos de los eslabones
el metal en la curva del cuello y en la frente
Metal es el cristal por donde mira
la sangre al hielo
se abstiene de cantar y trepa
hondamente No esgrimo más que mi concha
sus estrías separan las caídas de los cuerpos
que hacia el sol y hacia el cielo vacío se deslizan
acariciándome los ojos con una yema de reconocimiento
y un tacto de mutilada yema
martes, 18 de diciembre de 2012
Dosel
- ¿Qué haces?
- Rugoso
- ¿De dónde?
- Como si nada
- Adviento
- Sí pero con los nudillos estirados
con el dorso de los dedos aplastando levemente
cabellos en tropel a pesar de sólo un dedo
como puente
- Caballos
- Sí y armaduras abolladas y colmenas en los yelmos
- Qué tú
- Dolmen
- Hacer volteretas en la línea hundiendo la parábola
- Sacar el culo de la urna
- Para que lluevan monedas sí
- Laurel y moho
- A fuerza de gota la hoja se hizo dosel
- ¿Qué haces yo?
- Remanso
- La canción de las ondas rebeldes quietas como cascadas
aisladas del luto de fluir
- Flamencos llameando en el asfalto
- El crisol unívoco en su porción dado
- Sacado de su porción
- ¿Puedes cambiarme el velo por favor?
¿sacarme los dientes y extenderlos por el cielo
morder el agua por mí
recoger el viento en el pretil
y ponerme esos vellones en la sangre?
- Parecemos ser
de lejos
- Yo soy una avenida muy larga
- Yo una torre pequeña
- Yo un candado redondo
- ¿Puedo untarte en el pecho un poco más de niebla?
- Camina
- Respira
lunes, 17 de diciembre de 2012
miércoles, 12 de diciembre de 2012
La hebra
Al preguntar cerca de la hebra
el arabesco de su cimbreo cambia
se ciñe a su anterior secuencia
¿Humo? ¿HUMO?
Como si respondiese
con los oídos del dolor se desfigura
nuevamente Su cabeza
o su cola se inclinan para alejarse
El paisaje se reclina
El río fluye mucho más lentamente
Por un momento parece que va a invertir su curso
Algunas piedras se desprenden y ruedan
Temor de garganta obstruida
Los árboles son más pequeños que sus sombras
Las manos y la frente quemadas
La hebra recta
El ciego mudo
Tengo algunos pocos objetos
que al tocarlos por separado
no reconozco
Si los toco juntos fulgen piréticos
pero no los abarco
porque tengo sed de milagro
Así me pliego al cómputo
al mantra de su presencia
y abro en mitad del trance
el ojo y la boca
esos asesinos fetichistas esos
creadores
sublimantes
que actúan descoordinadamente
con un mismo fin:
aislar
aislarme
enterrar el mundo en la sensación
y la vida en su resaca
La Sagrada Forma
Tú entras en mí para salir de ti
Yo salgo de mí cuanto tú entras
Salgo para sacarte de ti
Soy yo quien te desaloja
Quien te ocupa
Quien te arroja a mí
sábado, 8 de diciembre de 2012
viernes, 7 de diciembre de 2012
K
el absurdo sólo hace al hacedor
soy yo el hacedor
hecho por el absurdo
que busca fuera de sí
ese trocito que le falta a cada absurdo
para ser completo
y pueda yo
desaparecer
el odio me hace daño
y el amor me hace daño
¿puedo soltar mis criaturas por vuestros pastos?
¿puedo poner mi nombre en las vallas publicitarias
de las palabras más hermosas?
elegidlas vosotros pues yo no tengo
capacidad para decir qué son palabras y qué no lo son
pero sí puedo descomponer mi nombre
de un modo que favorezca parcialmente
la belleza de vuestras palabras
mis criaturas son hebras
que se abrazan al morir debajo de cualquier pie
que camine sobre el pasto
y mi nombre es el arco
que va de pie a pie
con el arabesco de la muerte pegado a las plantas
viajero que tiene miedo de morir
aquí
y aquí
y perdonadme
y hacedme desaparecer
en vuestro nombre
Shhh
Deja tus brazos quietos para que puedas moler
lo cifrado
Tu boca ya está molida no
te cubras el rostro
tampoco están tus ojos
ahí
El silencio te ha cubierto
es como el espacio entre las ramas
que agitas al respirar
llamando a la noche fuera de la noche
y al día fuera del día
miércoles, 5 de diciembre de 2012
martes, 4 de diciembre de 2012
Rebelión
El padre duerme con una luz entre sus piernas
Es la cercenación es el vacío
Padre de qué si pongo así las manos
en el borde del agujero simulando alas y es como
si una cara bacía hiciese vurla
Da gracias por la grafía porque puede
distraerte de tu ausencia
puede hacerte pensar en el modo en que se alinean
las tumbas en un cementerio
o en la secuencia de las cuentas de un rosario azaroso
que se crea a sí mismo al sudar y al palpitar
El padre duerme con las dos manos muy juntas
debajo de la mejilla La apretada gavilla de su pulso
colma el pasto y lo hiere como si cada hebra
de verde se despidiese de su envés
al adentrarse en su liberación
Dentro de lo negro puede verse
el cuerpo del nombre
que borrará tu raza
quemando el tiempo con la luz de tu entrepierna
oh Padre
Manos
Está la mano sobre la mesa
de pie desde el monte de la luna
sosteniendo un cigarrillo
mirando
Yo le abstraigo
la mesa en la que se apoya
y el cigarrillo
y le doy vueltas en mi otra mano
la sopeso la investigo:
su tacto su peso su aislamiento
se desprenden
Es un gesto puro rescatado de la corriente
Le digo no temas ya pasó todo
no habrá más significados
expande tus dedos
así muy bien míralos crecer
arriba y abajo se constelan como cerrando párpados
abriendo ojos
Haz lo mismo con la mano en la que ahora descansas
y podremos irnos
Cáliz
Nada más que el rezo silbando por las cavernas debajo de la cara
apoyada en la mano hueca Su resina lenta pero ágil
como si volase entre las copas de los árboles
por última vez engendrada y expulsada
más ligera que el vapor más olorosa Humor de luz
se lame y se decapa Sangre de ninguna herida por gravedad
acude a lo alto de las yemas al llano de la frente adonde empieza
el hombre de pie sobre su cráneo
y después se tiende
apoyando en el hueso su mejilla que no está
En el cáliz horadado estoy
bajando por la escalera de su tallo
hasta el pie
que sostiene la mano que lo aferra
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