Te asomas a la blancura
Soplas
Qué pliegues tan feos tiene el blanco
si se desarrolla según tu aliento
Pero qué blanca la blancura
su calor perfecto
su oscuridad sintetizada a partir
de las estatuas de tu aliento
Se asoma a la blancura
a la carne erizada del signo
donde la interrogación apoya su abandono
Su pecho
es una copa enlutada
que el blanco llena con sus propios labios